Como algunos sabéis he decidido no preséntame a las elecciones a la Federación Navarra de Tenis. Quiero en estas líneas AGRADECER al mundo del tenis navarro estos cuatro años de trabajo intenso.
Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo: incluso aquel que no tiene otra cosa cuenta con eso, por eso quiero agradeceros especialmente eso, vuestro tiempo, vuestra dedicación a nuestra pasión compartida.
Tenemos ante nosotros -permitidme que aun alejándome me incluya en esa responsabilidad- un nuevo tiempo con nuevos escenarios culturales y sociales en los que hay que aprender a manejarse. Escenarios en los que el deporte adquiere cada vez mayor significación como referente social y educativo.
Cada deporte tiene su ADN que pone de manifiesto su vínculo peculiar con la gente y con la sociedad. El del tenis es un misterio ligado a unos valores que lo hacen único. El respeto, cierto silencio casi ritual, el otro no como rival sino como espejo en el que nos vemos, el esfuerzo, el control y la responsabilidad. Un juego en el que nunca te puedes “esconder”, un deporte que he comprobado en primera persona es una excelente herramienta educativa. Un deporte al que no he devuelto más que una pequeña parte de lo que me ha dado.
Si algo he aprendido en estos años de gestión en el deporte es que este sin dimensión social, sin utilidad para la sociedad se queda sin sentido. Sabemos que lo deportivo y lo social son dos caras de la misma realidad.
Me llevo de estos cuatro años un puñado de amigos a los que siempre agradeceré haber compartido tanta pasión y tanta complicidad, al secretario de la federación, Alvaro Sexmilo al secretario técnico Eduardo Sanz y a mis tres mosqueteros de la permanente Jose Miguel Gomez, Carlos Luri y Alberto Bayona, GRACIAS por vuestro trabajo desinteresado.
Mil Gracias también a los clubs, padres, entrenadores y jugadores, intenté hacerlo lo mejor que supe, si me equivoqué fue con intención de acertar, permitirme que os pida un último favor, apoyar al nuevo presidente y a su Junta directiva, evitar los egoísmos, juntos se construye mejor.
Hace unos meses me hice cargo de la presidencia de Unicef en Navarra, como imagináis un proyecto apasionante al que quiero aportar mi experiencia.
Hace poco leí que la mayoría de nosotros somos expertos en prestar atención a todo lo que no tenemos, a todo lo que no somos, a todo lo que no hemos logrado, a todo lo que no se nos ha cumplido, creo que ha llegado el momento que nos volvamos expertos en lo que sí tenemos, en lo que sí somos, en lo que hasta ahora hemos conquistado, en aquello que se nos ha hecho realidad. Es cierto que hay mucho por lograr, por ser y por hacer, pero en el camino hacia ello no perdamos la visión inmediata y la oportunidad de estar agradecidos, yo lo estoy y mucho a todos vosotros.
No voy a despedirme, mi pasión por nuestro deporte sigue intacta, ayudaré en todo lo que pueda y se me pida.
GRACIAS AMIG@S, nos vemos en las pistas, y no os olvidéis, TENIS ESCUELA DE VIDA.
Mikel Aguirre Errea